jueves, 25 de septiembre de 2014

La cita de narcos de Sinaloa en Medellín

Fuente: El Tiempo

Un emisario del cartel se reunió con varios combos para 'comprarlos'. Subieron 60 fusiles a comunas.


Informantes dicen que llegaron 60 fusiles provenientes de México a las comunas.

En las partes altas de las comunas de Medellín es frecuente ver ahora a mexicanos y salvadoreños patrullar en las noches acompañados de miembros de combos como ‘Agonía’. Sus rondas armadas, que parten de la comuna 13, se extienden hasta el corregimiento San Cristóbal, corredor estratégico que conecta Medellín con el Urabá y que se convirtió en la principal autopista para el tráfico de drogas.

Uno de esos extranjeros es conocido como ‘el Tatuado’, emisario del cartel de Sinaloa, poderosa organización criminal mexicana que completa tres años tratando de asentarse en Antioquia.

Lo poco que se sabe de ‘el Tatuado’ es que milita en la ‘Mara Salvatrucha’ –pandilla criminal al servicio de la mafia en 7 países– y que llegó a Colombia para alinear a los combos al servicio de la ‘Oficina de Envigado’ y hacerle contrapeso a ‘los Urabeños’ o ‘clan Úsuga’.

Hace 15 días, hubo una ‘cumbre’ en Medellín con cabecillas de combos en la que ‘el Tatuado’ entregó armas y ofreció doblar la paga de ‘los Urabeños’.

“En la reunión estuvo un sector de la ‘Oficina’, bandas de la comuna 8 y 9, de la zona de Castilla, de Moravia y gente de ‘la Agonía’ ”, aseguró Fernando Quijano, experto en el conflicto que vive Medellín y cabeza de Corporación para la Paz y el Desarrollo Social.

También se sabe que subieron 60 fusiles a las comunas y que hacen parte del arsenal que Estados Unidos infiltró en la mafia mexicana en fallidas operaciones encubiertas.

Según fuentes de la Fiscalía, si bien sigue vigente el llamado ‘pacto de fusiles’ o de no agresión, sellado en julio de 2013, los combos andan inquietos porque hombres de ambos bandos han sido capturados.

Primero fue Hernán Giraldo, ‘Cesarín’, jefe de la ‘Oficina de Envigado’, que tras fugarse de prisión se refugió en Turbo, zona de ‘los Urabeños’. ‘Cesarín’ fue recapturado en mayo. Y aunque dijeron que cayó por el seguimiento a unas ‘prepagos’ que llegaron a la zona para atenderlos a él y a los escoltas que les pusieron ‘los Urabeños’, en la ‘Oficina’ creen que pudo ser una traición.

Lo mismo piensan ‘los Urabeños’ de la captura Hugo de Jesús Ardila, ‘el Suegro’, hace un mes. El hombre tenía 4.320 millones de pesos, la nómina de la banda, camuflados en camionetas Sang Yong y en un apartamento ubicado en una zona vigilada por la ‘Oficina’.

El episodio más fresco ocurrió en el barrio Laureles. Allí un hombre fue acribillado en un Volkswagen amarillo y, si bien se habló de un caso de fleteo, en la mafia dicen que era uno de los cinco que buscaba Sinaloa por robarle un cargamento.

“Hemos escuchado, en los relatos de algunas víctimas de desplazamientos y desapariciones, la incidencia de extranjeros en la Comuna 8, por arriba en La Sierra, en la (comuna) 13, San Cristóbal y San Antonio de Prado. Relatan la presencia de mexicanos”, explicó Jesús Sánchez, personero para los derechos humanos.

EE. UU. confirma alianza

En igual sentido se pronunció Max Yuri Gil, experto en conflicto. “Es evidente que los combos en Medellín están matriculados a estructuras criminales transnacionales. Trabajan con la ‘Oficina’ o con ‘los Urabeños’ y desde hace años han tenido que aceptar alianzas con carteles mexicanos para acceder al mercado de los Estados Unidos”, explicó.

El Departamento del Tesoro de los Estados Unidos tiene evidencia de esas alianzas. Hace dos meses, antes de incluir a los primeros jefes de la ‘Oficina’ en la Lista Clinton, insistió en que esos nexos le han permitido a los colombianos internacionalizarse.

A pesar de estos antecedentes, las autoridades de Medellín dicen que, si bien puede haber “uno que otro mexicano” trabajando con la mafia local, no hay evidencia de que estén incidiendo en los crímenes de la ciudad. Pero admiten que sí se habla en la Comuna 8 de un alias el Mexicano.

Hablan las autoridades

Sergio Vargas, secretario de Seguridad de Medellín, admitió que en las comunas se habla de ‘el Mexicano’, pero ello no significa que el cartel de Sinaloa esté allí. “Es factible que un mexicano haga parte de una estructura criminal o venga a resguardarse”. El general de la Policía José Mendoza agregó: “Una cosa es que ayuden a un bandido y otra, que trabajen en la ciudad”.

UNIDAD INVESTIGATIVA
u.investigativa@eltiempo.com

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