Fuente: El Tiempo
Medellín debe pagar 11.000 millones de pesos para corregir las fallas detectadas por un estudio.
La fachada del símbolo del desarrollo de Medellín, el parque biblioteca España, se sigue cayendo a pedazos.
Y para evitar el avance de su deterioro, la Alcaldía de Medellín debió asumir el costo de la reparación, que asciende a los 11.000 millones de pesos, cuando la construcción de la edificación costó, hace siete años, 15.000 millones de pesos.
Desde abril del año pasado se evidenció que esa estructura, una de las más fotografiadas de la ciudad por su imponente diseño y ubicada en el barrio Santo Domingo Savio, tuvo fallas en su construcción.
Igual que le tocó con el caso del desplome del edificio Space, Claudia Restrepo, vicealcaldesa de Educación, Cultura y Deporte, asumió la responsabilidad de esta situación, tan grave como el colapso del edificio, pues el España fue construido con recursos públicos y, como toda obra oficial, fue extremadamente vigilada. Aun así, no se sabe a ciencia cierta el origen del error.
La Universidad Nacional tuvo a su cargo el análisis de lo que ocurría con la edificación, que, paradójicamente, ha ganado un sinnúmero de premios arquitectónicos. De acuerdo con ese informe, presentado en febrero de este año, la obra evidencia la no existencia de un buen sistema de impermeabilización de la fachada y diferencias entre lo construido y el modelo del diseño estructural entregado, entre otros.
Justamente ante la crisis que se desató el deterioro de la fachada de la biblioteca, la Alcaldía de Medellín y la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), que gerenció en su momento el proyecto, decidieron demandar al arquitecto Giancarlo Mazzanti, diseñador del parque; a la firma Arquitectura y Concreto, que la construyó, y a la firma ACI, que realizó la interventoría.
“Una vez hecho el estudio, este indica que allí hubo unos problemas constructivos. Ninguna fachada, con la edad que tiene el España, necesita un estudio de patologías. Cuando yo tuve el estudio en mis manos, el pasado febrero, se lo remití a la EDU y, dados los hallazgos, esa entidad decidió interponer un proceso judicial contra el diseñador, el constructor y al interventor, porque obviamente eso no debió haber ocurrido”, explicó Restrepo.
Les tocó hacer dicha demanda porque la póliza de garantías de la constructora caducó en el 2013. “Estamos obligados a defender el patrimonio público. Debemos defender el valor de la obra y de los recursos públicos porque, en últimas, nosotros vamos a asumir el costo”, aclaró la funcionaria.
Según ella, lo que se necesita para corregir las fallas –que tienen con una malla protectora de color negro a la edificación– es, primero, el desmonte de la fachada actual, la construcción de la nueva y la actualización de la norma sismorresistente, pues se construyó con la de 1998.
Pero eso solo será posible en el 2015 pues, solamente en noviembre de este año se iniciará la licitación para la reparación de la fachada, que comprometerá, sin esperarlo, vigencias futuras que el Concejo de Medellín deberá aprobar. De acuerdo con los cálculos, la intervención tardaría unos 18 meses.
En respuesta a toda esta controversia, el arquitecto Giancarlo Mazzanti, diseñador de la obra, que ha sido galardonada por su arquitectura –y uno de los demandados–, ha sido enfático en señalar que los daños del parque biblioteca son meramente constructivos y nada tienen que ver con su diseño.
Y para evitar el avance de su deterioro, la Alcaldía de Medellín debió asumir el costo de la reparación, que asciende a los 11.000 millones de pesos, cuando la construcción de la edificación costó, hace siete años, 15.000 millones de pesos.
Desde abril del año pasado se evidenció que esa estructura, una de las más fotografiadas de la ciudad por su imponente diseño y ubicada en el barrio Santo Domingo Savio, tuvo fallas en su construcción.
Igual que le tocó con el caso del desplome del edificio Space, Claudia Restrepo, vicealcaldesa de Educación, Cultura y Deporte, asumió la responsabilidad de esta situación, tan grave como el colapso del edificio, pues el España fue construido con recursos públicos y, como toda obra oficial, fue extremadamente vigilada. Aun así, no se sabe a ciencia cierta el origen del error.
La Universidad Nacional tuvo a su cargo el análisis de lo que ocurría con la edificación, que, paradójicamente, ha ganado un sinnúmero de premios arquitectónicos. De acuerdo con ese informe, presentado en febrero de este año, la obra evidencia la no existencia de un buen sistema de impermeabilización de la fachada y diferencias entre lo construido y el modelo del diseño estructural entregado, entre otros.
Justamente ante la crisis que se desató el deterioro de la fachada de la biblioteca, la Alcaldía de Medellín y la Empresa de Desarrollo Urbano (EDU), que gerenció en su momento el proyecto, decidieron demandar al arquitecto Giancarlo Mazzanti, diseñador del parque; a la firma Arquitectura y Concreto, que la construyó, y a la firma ACI, que realizó la interventoría.
“Una vez hecho el estudio, este indica que allí hubo unos problemas constructivos. Ninguna fachada, con la edad que tiene el España, necesita un estudio de patologías. Cuando yo tuve el estudio en mis manos, el pasado febrero, se lo remití a la EDU y, dados los hallazgos, esa entidad decidió interponer un proceso judicial contra el diseñador, el constructor y al interventor, porque obviamente eso no debió haber ocurrido”, explicó Restrepo.
Les tocó hacer dicha demanda porque la póliza de garantías de la constructora caducó en el 2013. “Estamos obligados a defender el patrimonio público. Debemos defender el valor de la obra y de los recursos públicos porque, en últimas, nosotros vamos a asumir el costo”, aclaró la funcionaria.
Según ella, lo que se necesita para corregir las fallas –que tienen con una malla protectora de color negro a la edificación– es, primero, el desmonte de la fachada actual, la construcción de la nueva y la actualización de la norma sismorresistente, pues se construyó con la de 1998.
Pero eso solo será posible en el 2015 pues, solamente en noviembre de este año se iniciará la licitación para la reparación de la fachada, que comprometerá, sin esperarlo, vigencias futuras que el Concejo de Medellín deberá aprobar. De acuerdo con los cálculos, la intervención tardaría unos 18 meses.
En respuesta a toda esta controversia, el arquitecto Giancarlo Mazzanti, diseñador de la obra, que ha sido galardonada por su arquitectura –y uno de los demandados–, ha sido enfático en señalar que los daños del parque biblioteca son meramente constructivos y nada tienen que ver con su diseño.
No hay comentarios:
Publicar un comentario